Seguridad para las personas y para el mismo edificio
Durante la noche, mientras todos están durmiendo, la Smart Home mantiene los ojos bien abiertos para proteger a las personas que se encuentran en su interior. Controla si alguien se acerca sin autorización y hace sonar la alarma en caso de emergencia. Detecta si hay alguna fuga de agua o alerta si detecta humo o fuego. Un sistema de alarma activo durante todo el día.
Puedes sentirte más seguro en tu hogar obteniendo la información que te aporta una casa inteligente. Protección ante robos, alarmas técnicas, asegurar tu privacidad, entre otros aspectos a tener en cuenta.
Protección ante robos
Como si la casa activara un escudo invisible, detecta de forma fiable si alguien fuerza una puerta o abre una ventana. La casa reacciona parpadeando todas las luces que dan al exterior, activa el sonido de alarma y realiza una llamada al propietario en caso de que se encontrara fuera de su domicilio.
Protección a las personas
Instalar sensores para controlar los problemas técnicos que puede tener una casa facilita una rápida actuación y evitar daños mayores. El detector de humo o el de inundación por ejemplo son dos detectores clave para cualquier hogar. En caso de detectar algún problema, se puede programar el sistema para que cierre la toma del agua, suba las persianas, se iluminen las vía de salida o la iluminación de la casa parpadee. Igualmente, el propietario es avisado de inmediato.
Protección en el edificio
En una casa siempre pueden ocurrir incidencias. En un momento inesperado la lavadora puede romperse e inundar la habitación, puede empezar a soplar el viento y los toldos y persianas venecianas deben protegerse para evitar roturas, puede venir una helada considerable y sin ningún control, las tuberías pueden congelarse y traer problemas con ello… nunca se sabe, y es importante que nuestra casa pueda estar preparada ante estas incidencias y se proteja ella misma en todo lo que esté a su abasto.