La temperatura perfecta
En el comedor 22º y en el dormitorio 19º. El usuario indica qué temperatura de confort quiere en cada zona y en cada momento del día. La Smart Home trabaja por sí sola para cumplir con sus objetivos. Una corta curva de aprendizaje y la Smart Home reconoce la inercia del sistema para proporcionar la temperatura correcta.
Si el usuario no está en casa, se reduce la temperatura automáticamente evitando un gasto innecesario en calefacción o aire acondicionado. Si es necesario, se inicia la ventilación y se asegura la correcta calidad del aire.
Mayor comodidad, menor coste
El control inteligente de la calefacción, refrigeración y ventilación de una casa facilita un ahorro, siempre interesante, de los costes de energía. El sistema siempre elige la opción más económica para conseguir o mantener la temperatura ideal, consiguiendo así ahorros de hasta el 50%.